Mujer Bruja

EL BLOG

Es 31 de diciembre de 2021.

Te despiertas por la mañana y cuando abres los ojos ves que no es tu cama.

Parpadeas y te frotas los ojos.

Sigue sin serlo.

Te incorporas y piensas…”¿pero dónde…?”

Y de pronto, ves una silueta en el marco de la puerta de la habitación en la que te encuentras.

¡Casi te da un infarto!

Y oyes una voz: 

“Tranquila, soy Claudia”.

“¿Qué Claudia?”, preguntas confusa.

“Claudia, la profesora de yoga y naturópata”.

¿Y qué haces aquí? Bueno, mejor dicho ¿qué hago aquí? ¿Qué es este sitio?

“Estamos en tu cabeza”, te digo.

“¿Mi cabeza?”, preguntas aún bastante confundida.

“A ver, estamos en tu cabeza donde guardas los propósitos para el año nuevo y que muchos nunca se cumplen. Ven conmigo y te explico todo”.

Sales de la cama aturdida y te acercas a mí.

Salimos de la habitación y caminamos por un pasillo.

Está oscuro.

“Mira, aquí a la derecha tenemos la habitación del Sesgo optimista. Prepárate para lo que vas a ver”.

Entramos en una habitación llena de luces de colores, música súper happy y unicornios de purpurina.

¡Increíble!, ¿no crees?, te pregunto con entusiasmo.

“Un poco too much, creo yo”, respondes con los ojos abiertos como platos.

“Esta habitación es la culpable de que cada año creas que vas a lograr TODOS los objetivos que te has propuesto y sientas que tienes la fuerza y la motivación necesarias para ello”.

“No entiendo muy bien”,  dices mientras observas al unicornio que pasa por tu lado.

Mientras yo te hago un resumen.

“El 80% de personas esperan que las posibilidades de que ocurra algo que desean son mayores de lo que  realmente son e ignoran otros factores más negativos que pueden interferir en ese objetivo.

Es lo que se conoce como el sesgo optimista.

Y muchas veces es el responsable de que tengamos objetivos en nuestra lista desde hace años y siguen sin cumplirse”.

“Yo diría que soy bastante realista”,  me comentas mientras salimos de la habitación.

“Eso creemos todos”, te digo sonriendo y sigo contándote.

“Pero, no todo es  del todo malo en ese  sesgo optimista.

Hay grandes ventajas de ser optimista”.

Sigo contándote  mientras avanzamos por el pasillo hacia la siguiente habitación.

“La diferencia entre el optimista y el pesimista es que el optimista piensa mucho en todo aquello que desea o le gusta de una forma más lúcida y real.

Mientras que el pesimista hace lo mismo pero con aquello que no desea.

Y donde pones el foco, tiende a cobrar más importancia”.

Te aclaro que la mentalidad optimista te dará  más energía, más motivación y más ganas de lograr objetivos lo cual mejorará tus posibilidades de conseguir todo aquello que te propongas. 

De hecho, te muestro diferentes estudios que confirman que nuestro cerebro reacciona cuando hay una disonancia entre las expectativas y la realidad.

Así, por ejemplo, si tienes las expectativas bajas, digamos, que esperas suspender un examen y lo suspendes, tu cerebro simplemente lo acepta sin más.

Pero si eres optimista, esperando que vas a aprobar un examen y lo suspendes, tu cerebro inmediatamente accionará para entender qué no ha funcionado.

Por tanto aprenderás del error cometido y mejorarás la próxima vez.

 

Sin darte cuenta, llegamos a otra habitación.

Justo encima hay un letrero luminoso que dice:

 

GRAN JUEGO DE LOS OBJETIVOS DEL AÑO NUEVO

 

¿Estás preparada para jugar?

¿Jugar a qué?

¡Venga que empezamos!

Pero, ¡no sé qué juego es este!

Te digo mientras entramos.

“Es fácil, mira, primero vas a coger un boli y esa plantilla que ves en aquella mesa” , te digo mientras señalo una gran mesa llena de bolígrafos y hojas

“Y aquí es donde se determinará quiénes son los ganadores del juego”.

¿Y cómo se gana?, me preguntas algo nerviosa.

“Logrando tus objetivos este año”.

“Este juego va por ETAPAS.

Te explico, en esta PRIMERA ETAPA, tienes que completar 3 FASES”.

 

FASE 1

Apunta en esa hoja 5 objetivos que quieras conseguir este 2022.

¿Lo tienes?

“Espera, dame un minuto, que esto me está pillando todo de sorpresa”.

“¡Ya!”

 

FASE 2 

Apunta al lado de cada objetivo cuál es el grado de prioridad de cada objetivo de tu lista.

Puede ser  Alta- Media o Baja según lo importante que sea para ti cumplir ese objetivo.

 

FASE 3 

Escoge uno de los objetivos de los que tienen alta prioridad.

“Eh, voilá!, ya tienes tu primer objetivo”.

“¿Solo uno? Creo que puedo con más”, me confirmas muy segura.

 

ERROR

 

“Este es uno de los grandes motivos por el que no cumples tus objetivos, te pones más carga de la que realmente puedes soportar.

Recuerda que conseguir objetivos requiere hacer cambios en tu vida y los cambios cuestan al principio, así que empieza con pocos cambios para que no te resulte demasiado difícil”.

Mientras asimilas lo que te digo, pasamos a una segunda habitación contigua.

 

“Escúchame atentamente que esta SEGUNDA ETAPA es clave para ganar.

Tienes 5 minutos para crear un plan para demostrar cómo vas a lograr ese objetivo.

En esta habitación hay pistas para ayudarte, ¡búscalas!”

Te empujo suavemente para que empieces a buscarlas.

“Tengo algo”

Encuentras un papel que dice:

 

PRIMERA PISTA: 

Escribe ¿Para qué y Por qué quieres conseguir este objetivo? Por un motivo personal, el que a ti te mueva, que te convenza y sea el que te dé fuerza para seguir cuando te falte energía.

Tienes 1 min.

“¿Ahora qué?”

“Sigue buscando, tienes que encontrar al menos cinco pistas”.

“Esto es una locura”

“Pero es importante para ti y tu vida, así que ¡dale caña!”

Encuentras un cuadro algo espeluznante con un mensaje por detrás:

 

SEGUNDA PISTA: 

Explica cómo vas a conseguir tu objetivo mediante acciones diarias.

Por ejemplo, si quieres estar más saludable, puedes poner voy a entrenar 3 veces, lunes, miércoles y viernes a la semana. Los domingos haré comida saludable para toda la semana y los sábados descansaré y dedicaré tiempo a mi familia y amigos.

Tienes 2 minutos.

¿Lo tienes?, te pregunto gritando desde el otro lado de la habitación.

“Sí, voy a buscar la tercera pista”.

Ves un espejo rectangular que tiene toda la pinta de tener una pista. 

Lo coges y examinas, y nada…

Sigues buscando.

“No veo nada más, Claudia. ¡Ayúdame!”

“Mira en el jarrón de las flores”, te digo señalando un jarrón verde azulado que contiene girasoles amarillos.

 

Debajo encuentras la TERCERA PISTA: 

Elige una fecha para conseguir tu objetivo, así tu mente funcionará de forma más eficiente.

“No sé cómo escoger una fecha”, me dices con la pista en la mano.

“Piensa de forma REALISTA.

Si tu objetivo es aprender a meditar y nunca lo has hecho antes, no te propongas saber meditar una hora la próxima semana.

Es un proceso.

Por ejemplo, proponte meditar 3 minutos durante las primeras dos semanas, 10 minutos las siguientes dos y así aumentando para lograr meditar 30 minutos para marzo de 2022. 

Venga, te quedan solo dos más!”

De pronto entra en la habitación un mono.

¡UN MONO!

Este de pronto pega un salto sobre ti que casi te da un infarto y te da la CUARTA PISTA: ¿Qué vas a necesitar para cumplir tu objetivo?

Piensa qué necesitas para el primer objetivo que te has marcado.

Si por ejemplo, quieres tener mejor salud física y mental, te interesa apuntarte a un club de fitness como este que te ayude paso a paso cómo conseguirlo.

Tienes 1 min.

“¿Lo tienes?”, te pregunto.

“Sí, pero ¿cuántas pistas más hay?”

“Ya estamos acabando. Piensa que cuanto más claro tengas todo esto mayores posibilidades de ganar tendrás”.

“Aquí ya no hay nada más, he mirado por todos lados, ¿seguro que hay más pistas?”

“Sí, aún hay algo que no has mirado que está dentro de la habitación”.

¿El qué? preguntas girando tu cabeza de un lado a otro”.

 

EJEM, EJEM…

 

Me aclaro la garganta mirando hacia el bolsillo de mi chaqueta (¡para ayudarte que estás más perdida que el barco del arroz!)

“¿La tienes tú?, no me lo puedo creer.”

Metes la mano en el bolsillo y ahí está.

 

QUINTA Y ÚLTIMA PISTA: 

Apunta el nombre de cinco personas a quien vas a contar tus objetivos para así aumentar tu compromiso con tu objetivo.

1 minuto.

“¡Bien! Lo has logrado!”, te digo súper feliz abrazándote.

“¿Ya se ha acabado?”, preguntas cansada.

“Claro, ya tienes tu plan perfecto para asegurarte de que cumplirás con tus propósitos este año, sí o sí.

Y si cumples el plan que has diseñado el año que viene serás la ganadora del juego”, te animo para que así lo hagas.

“ ¿Y ahora qué pasa?”, me dices confusa.

“Te voy a acompañar a la cama de nuevo para que vuelvas a dormir y te despiertes en tu cama”.

 

Y de paso, te doy algunos consejos prácticos para ayudarte a que seas la ganadora el próximo año:

✔ Apunta todas las acciones que harás en tu día a día en tu agenda para que no se te olvide nada.

✔ Premia tu progreso y no te castigues si no cumples con algún objetivo concreto.

✔ Haz que tu entorno te ayude a cumplir tu objetivo en lugar de dificultártelo.

 

Y bueno, ya sabes que me tienes a mí para ayudarte con lo que puedas necesitar para cumplir tus metas.

Y ahora, a dormir.

Yo te veré pronto en la vida real.

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